Badtrip

La migraña se insinua insidiosamente hasta solo poder aguantar la oscuridad la más profunda. Aprovecha de estos ùltimos momentos de lucidez para escribirla antes de que la colonice entera y que la sola idea de una pantalla la estremezca. Suele pasarle una vez cada dos años. La clava en la cama y tiene ganas de pegarse un tiro para que se acabe.
 Aguanta la presión sanguina durante horas (días) hasta retorcerse sobre si misma y empeza a llorar cuando ya no hay lágrimas sino un resquicio de energía soberviviente y espasmos.
El dolor lame las paredes de su craneo por dentro y la desespera porque el ùnico control que puede pretender tener sobre ella es el soplo. Y se contracte con el tiempo. Luego pierde la noción del lenguage. Es decir no puede hablar ni pensar una frase entera.

Les mots disparaissent.

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