El mundo zurdo
"El estirón entre lo que es y lo que debe ser. Creo que al cambiarnos, cambiamos al mundo, que el viaje por el camino de El Mundo Zurdo es el camino de un movimiento en dos sentidos -irse al fondo de una misma y extenderse hacia el mundo, una recreación simultánea de una misma y una reconstrucción de la sociedad. Pero me siento confusa sin saber como se logra eso.
No puedo descontar el hecho de que miles se acuestan diariamente con hambre. Los miles que hacen el acontecedor trabajo de mierda ocho horas diarias toda su vida. Los miles a quienes matan y golpean todos los días. Los millones de mujeres a quienes han quemado, los millones a quienes han violado. ¿Donde está la justicia para eso?
No puedo reconciliar el ver a un niño golpeado por la creencia de que escogemos lo que nos sucede, que creamos nuestro propio mundo. No puedo resolver eso en mi misma. No sé.Sólo puedo especular, tratar de integrar las experiencias que he tenido y atestigar y tratar de buscarle el sentido a la violencia que nos hacemos uno al otro. En breve, trato de crear una religión en mis entrañas, y no desde lo externo. Trato de hacer las paces con lo que me ha sucedido, con lo que es el mundo, y con lo que debe ser.
Cuando crecía, me sentía como una extraña que cayo al regazo de mi madre a otro planeta. ¿Pero con qué proposito?
La mezcla de sangre y afinidades, en vez de confundirme o desequilibrarme, me ha forzado a lograr un cierto balance. Las dos culturas me niegan un lugar en su universo. Entre ellas y entre otras, yo construyo mi propio universo. El Mundo Zurdo. Yo me pertenezco a mí misma y no a cierto grupo.
Yo ando por la cuerda floja con facilidad y gracia. Me extiendo sobre los abismos. A ciegas en el aire azul. La espada entre los muslos, una espada calentada por mi carne. Ando la cuerda -una acróbata en contrapaso, experta en el Acto de Equilibrio.
La lógica, el patriarcado y el heterosexual han gobernado y han sido los dueños por mucho tiempo. Mujeres tercermundistas, lesbianas, feministas y hombres orientados al feminismo de todos los colores se unen y se juntan para rectificar el balance. Solamente juntos podemos ser una fuerza. Nos veo como una red de espíritus emparentados, un tipo de familia.
Somos los grupos raros, la gente que no pertenece a ningún sitio, ni al mundo dominante, ni completamente a nuestra propia cultura. Todos juntos abarcamos tanta opresión. Pero la opresión abrumadora es el hecho colectivo que no cuadramos, y porque no cuadramos somos una amenaza. No todos tenemos las mismas opresiones, pero tenemos empatía y nos identificamos con las opresiones de cada uno. No tenemos la misma ideología, ni llegamos a soluciones semejantes. Algunos de nosostros somos izquierdistas, algunos somos practicantes de la magia. Algunos de nosotros somos ambos. Pero estas afinidades distintas no se oponen. En el mundo zurdo yo con mis propias afinidades, y mi gente con las suyas, podemos vivir juntos y transformar al planeta."
Gloria Anzaldúa, La Prieta en Esta puente, mi espalda. Voces de mujeres tercermundistas en los Estados Unidos. Ism press, San Francisco, 1981.
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