Petite banlieue nord




La Policía vigila las calles de día, las putas no se ven pero los hostales rentan cuartos "à la journée" (de día). La vida diurna se caracteriza por una fauna mestizafricanindiamericanabarata que sostiene las paredes o vive por las ventanas. Esta el panadero pâtissier árabe con el cual me llevo bien, no está acostumbrado a que blancos visiten su tienda. Una francesa blanca cuida mi ropa en un pressing, compré un cuaderno en una papelería india con una gatita vestida de pija en la portada. Me hizo reír.
Cada día camino y tomo el metro (me causa claustrofobia porque se halla muy en el fondo fondo de la tierra entonces escucho música para no desmayarme mientras me impregno de su olor muy particular de metal y plástico caliente). Cambiar de calle es cambiar de barrio, de fauna. Los burgueses viven al lado de los pobres y  parece que no se encuentran jamás.

Aquí, es mas fácil encontrar alcohol o productos para la limpieza que cuadernos. Por las noches, no hay mujeres, y por este puente por debajo del periférico (frontera terrestre entre Paris y la banlieue) viven un montón de gente. Todos hombres. Todos. En tiendas de campanas, tunecinos, tunecinos...muchos.

Decenas de chicos sentados en la acera del boulevard esperando a que la Fortuna los agarre de la mano.

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