Mohija

Creo que nunca les he hablado de Mohija. La encontre en las Ramblas cuando todavía su existencia tenía la forma de un bulbo. La pusé en una macetita con un poco de tierra. Le canté unas canciones, la regué, la cuidé, la escuché, la amé...


Esa es mi lucha.
 Ya sé que suena bastante hippy y me da igual. Cada acto, cada intención, cada palabra es la vida. Tiene una influencia (a su escala) en el mundo, en el universo. Estoy convencida de eso. Y es muy importante.
AMO. Es impresionante el amor que llevo por dentro, por fuera, por todos lados. Este año descubrí el optimismo y su verdad inherente: tengo un sitio en este mundo. Si. OUI.
La afirmación es una actitud.
Ya sé que el mundo esta echa mierda, que mucha gente sufre y que lxs cabrones tienen el poder. Pero no voy a hacer la revolución (que astronomicamente significa dar una vuelta completa sobre sí mismo así que tampoco sé si me interesa tanto) utilizando las mismas armas que son el desprecio, el odio y la puta violencia. Porque no quiero. Porque las conozco. Porque estoy convencida de que la gente que las utiliza se la pasa muy mal, tiene úlceras, vive con gente hipócrita, y se morira cagándose de miedo.

Creo sinceramente que la alegría es un arma potente.
Y las caricias.... las caricias...

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