volvia de este maldito pais, me esperabas en la estacion mojada de barcelona desde dos horas, porque no pronuncio bien doce y dos. Me llevaste en este taxi, tomamos una botella de whisky escoses, me ensenaste una linea imaginaria y dijiste: "cuando estaremos aqui, te llevo a bailar"
Acabamos esta botella cantando esta cancion, las manos aguarradas y girando como en Amélie Poulain en tu salon de la barceloneta. Yo lloraba como  una puta. Y tu tambien.

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