Soné que andaba en el mar con un delfin.
Eramos el agua y la luz era de plata. Bailabamos entre el aire y el agua hasta descubrir que yo tenia piernas.
Me dijo que no queria que me vaya pero entendi que tenia que elegir entre dos mundos.

A pesar de mis deseos,
elegi a la tierra.

Me acompano y me espero un ratito en la orilla.
Me quedé mirando el horizonte.

Inexorablemente.

Entendiendo que siempre mi vida se hallara entre los mundos siendo el quiebre y el puente... sin poder caber nunca en uno u otro.

Echandome a la ciprina como uno se echa al mar.





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