Ha vuelto el trabajo, y la risa, y la felicidad de ver crecer nuevas amistades. La conviccion de estar haciendo lo justo. Y hacerlo sin parar, de dia, de noche. Con insomias felices. Convivir con esta pantalla, en este cuartito que se volvio despacho a donde me derrumbo entre dos hojas, miles de letras. Sentirme bien a donde estoy, tener llaves y no buscar otras. No tener miedo.
Seguir seguir el camino, sola, en paz. Volverse discipula. Tragar la rabia, volverla humildad. Abrir las manos.
y aprender

La sonrisa crece

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