De las palabras, de los actos y de las distancias
Publicación del Abril del 2010
"¿Porqué no quiero Facebook?
Hay unas cosas que he de aclarar (estoy en este proceso: las aclaraciones). Recibo decenas de invitaciones al facebook desde meses y no, no, no. No quiero. Al principio, pensaba que iba a empeojar mi adicción a internet. Luego me dí cuenta de la base de datos enorme que regalamos a la policía, a los patrones... en fin, al poder. Tampoco quiero aprender de la vida privada de toda la gente que conozco... hay cosas que no quiero saber, que no quiero ver, no porque me gusta estar ciega sino porque necesito ignorar y compartir secretos.
Pero la verdadera razón de este rechazo radical es que necesito poder perder a la gente. De vista o para siempre. Es una necesidad inherente al encuentro... su caracter efímero. Por eso me gusta el auto-stop (ride), por eso me gustan más los gatos que los perros.
Quiero poder desaparecer."
Tres años después, añadiría unas cuantas cosas en cuanto a las relaciones facebookeras y virtuales en general.
Primero porque emocionalmente son extremas. Es decir que abren un espacio entre dos o mas personas, que muchas veces, no existe realmente.
Tambien porque por delante de la pantalla, podemos crear ficciones de nosotrxs mismxs y de nuestras relaciones que se van alejando de la realidad, lo que es dificil medir con las distancias espaciotemporales y virtuales a las cuales estamos confrontadxs cada dia con internet.
Abrí una cuenta facebook cuando estaba trabajando en la plataforma del 15M en plaça catalunya de BCN porque me parecía una herramienta adecuada a la situación militante a la cual partecipaba. Con el tiempo fue sumergida de informaciones de todo tipo que mezclaron mi vida privada y emocional con asuntos mediáticos diversos. Resulta que no me ha salido bien estar confrontada a todos esos canales emocionales e informativos al mismo tiempo.
Amo las letras de mi gente querida, me gusta mucho cuando nos escribimos de buzón a buzón. La literatura epistolaria me parece menos virtual que el facebook a pesar de que tambien pueda alejarnos de la realidad de cadx unx con el tiempo... la instantaneidad del correo electronico borra a veces la distancia verdadera entre dos (o más) personas.
La.s distancia.s son importantes, al igual que los actos. Amo las palabras pero creo que los actos, al final, son los que se quedan. Lo virtual acaba muchas veces con la confrontación con lo real, con los ojos, la voz la carne. Creo que el facebook y todas esas herramientas virtuales impiden el "adios". E impidiendo el "adios", impiden tambien muchas veces el reencuentro...
"¿Porqué no quiero Facebook?
Hay unas cosas que he de aclarar (estoy en este proceso: las aclaraciones). Recibo decenas de invitaciones al facebook desde meses y no, no, no. No quiero. Al principio, pensaba que iba a empeojar mi adicción a internet. Luego me dí cuenta de la base de datos enorme que regalamos a la policía, a los patrones... en fin, al poder. Tampoco quiero aprender de la vida privada de toda la gente que conozco... hay cosas que no quiero saber, que no quiero ver, no porque me gusta estar ciega sino porque necesito ignorar y compartir secretos.
Pero la verdadera razón de este rechazo radical es que necesito poder perder a la gente. De vista o para siempre. Es una necesidad inherente al encuentro... su caracter efímero. Por eso me gusta el auto-stop (ride), por eso me gustan más los gatos que los perros.
Quiero poder desaparecer."
Tres años después, añadiría unas cuantas cosas en cuanto a las relaciones facebookeras y virtuales en general.
Primero porque emocionalmente son extremas. Es decir que abren un espacio entre dos o mas personas, que muchas veces, no existe realmente.
Tambien porque por delante de la pantalla, podemos crear ficciones de nosotrxs mismxs y de nuestras relaciones que se van alejando de la realidad, lo que es dificil medir con las distancias espaciotemporales y virtuales a las cuales estamos confrontadxs cada dia con internet.
Abrí una cuenta facebook cuando estaba trabajando en la plataforma del 15M en plaça catalunya de BCN porque me parecía una herramienta adecuada a la situación militante a la cual partecipaba. Con el tiempo fue sumergida de informaciones de todo tipo que mezclaron mi vida privada y emocional con asuntos mediáticos diversos. Resulta que no me ha salido bien estar confrontada a todos esos canales emocionales e informativos al mismo tiempo.
Amo las letras de mi gente querida, me gusta mucho cuando nos escribimos de buzón a buzón. La literatura epistolaria me parece menos virtual que el facebook a pesar de que tambien pueda alejarnos de la realidad de cadx unx con el tiempo... la instantaneidad del correo electronico borra a veces la distancia verdadera entre dos (o más) personas.
La.s distancia.s son importantes, al igual que los actos. Amo las palabras pero creo que los actos, al final, son los que se quedan. Lo virtual acaba muchas veces con la confrontación con lo real, con los ojos, la voz la carne. Creo que el facebook y todas esas herramientas virtuales impiden el "adios". E impidiendo el "adios", impiden tambien muchas veces el reencuentro...
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