En España, se hace la cola

Madrid. 2014

Una chica anda con su novio por la misma acera que nosotras. Hay mucha gente cerca del Museo Reina Sofía y batallo para no perder la mano de Denise. La pareja nos cruza de muy cerca, el rostro de la chica se deforma, tiene cara de azco, entre sus dientes un silbido: "¡¡¡que feo!!!". Los ojos de mi compañera salen de sus órbitas, tiene cara de espanto: "¡que feo me ha mirado esta mujer!". A veces, no me gusta entender lo que succede.

Plaza de la Cebada, La Latina
El 15M cumple tres años. Una pareja distribuye panfletos y charpas. Son cinquentones, el rostro marcado, sonrientes. "De donde son? Aaa! de México! Yo tengo familia en México, en Puebla". Denise saca foto para El Barrio Antiguo, platicamos un rato y nos despedimos. La plaza es hermosa. Totalmente habitada por lo que queda de los indignados y el arte callejero. Silvia Federicci habla en una asemblea sobre la política y la comunidad. El sonido es muy malo, el sol muy fuerte, el hormigón recien asombrado testiga del calor del dia. Un hombre sentado con su hijo mira sus zapatos, en su brazo, un viejo tatuaje escrito con caligrafía de maestra:
 "Libertad"


Carabanchel
La muestra Marrana fue un èxito. La fiesta a la cual no pudimos llegar se terminó y chicxs con crestas y vestidos de colores toman cañas a la sombra de una terraza del barrio obrero. Los españoles domingueros miran sus pupillas dilatadas alucinadxs. Sus cortes y ropas de mal gusto nos ofrecen un contraste drástico. Llega María, fluorescente, indescente y hermosisima. Las miradas se hacen mas fuertes y evidentse hacia su presencia sin que la alteren lo mas mínimo. Nos reimos mucho.


Parada del 34
Los supoters del partido de futbol tomaron la ciudad desde ayer. Estan eufóricos y numerosos. El primer autobus esta lleno y no se para. Decidimos acercarnos a la puerta para poder entrar en cuanto se presente otra ocasión. Hablamos y disfrutamos la noche amorosamente esperando al autobus. Llega con mucha velocidad  y se para frente a nosotras. Una señora me bloca el pasaje con una banderita del partido diciendome con voz de maestra que pasan ellos primeros. Me niego a obedecerle e intento subirme. Una masa extrañamente hóstil se acerca de mi cuerpo, siento sus uñas y su odio. Defiendo mi espacio sitiendo que mis getsos se hacen mas grandes y decididos. La mano de Denise me retira suavemente del conflicto. Tiemblo y mi voz grita, insultando de fascistas y subnormales a esas amas de casas decididas a partirme la cara.

"En España, se hace la cola"

Se cierran las puertas del autobus.

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